Tragedia

Tras meses de tranquilidad, se ha producido el choque. Un duro golpe que ha hecho que se tambalee todo y que hasta lo que parecía más robusto, tuviese miedo a caer. El terror se ha adueñado de las personas y pocas han logrado mantener la calma para que fuese menos el daño emocional. No es que el fenómeno se haya alargado mucho en el tiempo, pero la gente no está preparada para estas cosas y por ello el lugar se ha puesto patas arriba. Mucha gente se acuerda de las otras que dicen importarles cuando ya se han salvado, mientras tanto, nada. Es una imagen que encargan limpiar en cada momento, sea cual sea la situación.

No hay conflicto mientras las contradicciones no sean muy grandes. Llegado el momento, solo puede converger en el desastre. Agentes externos son los que se encargan de hacer evidente que algo no marcha bien. La culpa es propia, por no saber lidiar con ello. Es imposible llegar a una situación plena si dejas cosas tan importantes al azar. Pero suponemos que es más sencillo hacer como si nada, centrarte solo en lo que te interesa disimulando al máximo para que nadie se dé cuenta. Tanto clamar a la valentía, la responsabilidad y tanto valores que la gente se salta cuando le conviene.

Tras la vuelta a la normalidad la mayoría de los esfuerzos son utilizados en nuestras mentes para hacer como si nada hubiese pasado. Da igual cuántas veces se venda que lo errores sean buenos y sirvan para aprender, todo se precipitará al mismo final. ¿De qué sirve aprender si el tiempo lo cura todo? Nada que arreglar, todo por hacer. Otro día más eludiendo responsabilidades, otro más sin dar la cara. Así pasarán los días hasta el olvido. Sin remordimientos en la conciencia.

Los primeros días se reza porque no vuelva a ocurrir de nuevo, con el tiempo se asimila que nada de lo que ocurra te va hacer cambiar. Todo lo que pasa por delante puede dejarse a un lado sin miedo, pues no debe importar cuando no es parte de tu objetivo. Pasará desapercibida toda palabra que crea alguien justa, adecuada a la situación, pues ya se encuentran a años luz. Echarán las culpas a otras variables, pero jamás se oirá una palabra de disculpa y la más mínima intención de volver a un debate anterior.